No preguntes qué puedes encontrar aquí, ni siquiera yo lo sé. Sea lo que sea se hallará entre el todo y la nada, entre el blanco y el negro, entre siempre y nunca. Ahí queda mucho espacio por llenar. Empecemos, sin demora, necesitaremos más de una vida para hacerlo.

domingo, 14 de agosto de 2011

21 No es lo mismo...


Noria en la ciudad de Pripiat (Chernobyl)
"London Eye". Foto: Xavier Blanco 2011


                                                         
















No hay mejor lugar para vivir el bullicio londinense que la rivera del Támesis, no hay mejor mirador que el “London Eye”, esa noria gigante, parsimoniosa, que permite a los turistas contemplar el alma de Londres, su esencia. Risas, ajetreos, agitación, el corazón de la ciudad bate ahí vigoroso. Dicen las malas lenguas, que los días brumosos, cuando la niebla de Londres inunda el cielo, desde esa balaustrada privilegiada pueden otearse las cestas desiertas, espectrales, de la noria de Pripiat, ciudad donde vivían los  trabajadores de la central nuclear de Chernobil, que saltó por los aires el 26 de abril de 1986. Ese parque lúdico nunca llegó a inaugurarse, esa noria gira recordando el poder de destrucción del hombre, nuestra insolencia. Las risas infantiles enmudecieron asoladas por el silencio infinito de la muerte. Aquí la bruma de Londres se convierte en una guadaña gigantesca. No, no es lo mismo, aunque lo parezca.  

2 comentarios:

  1. No es lo mismo.
    "El London Eyes" es un artefacto, que aunque en su diseño de noria hace pensar en un movimiento cansino, desvela la emoción de ingravidez y de sentir la visión de un águila cualquiera.
    Ambas son deseos atávicos. Y nos acercan al inicio del inicio sin fin.
    Estupenda foto, y un gran relato.
    Un saludo

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  2. Hola Albada, gracias por los comentarios. Sí el London Eye tiene algo extraño, no es una noria, es un espejo, concavo, convexo..., según el ánimo del espectador. Miras el cielo, pierdes la vista en el horizonte y dejas tu imaginación volar, como una comet melancólica...

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