Una tarde, mientras ojeaban la vida transitar, sus ojos colisionaron. Por sus mentes atravesó el mismo deseo, la misma esperanza: mirarse siempre, observarse eternos. El genio de lámpara les concedió su pretensión, ahora son una pareja imposible, él de mármol blanco, ella de antracita. Cosas del amor.Esto sólo pasa en Barcelona.
Fotos: Balcones de Barcelona.Julio 2011 © Xavier Blanco.
Hola, soy la estatua del jardín botánico, me pasó lo mismo, hay veces que es mejor no pedir un deseo. Mi amado lo retiraron a un almacén municipal, sigo aquí sola, esperando su regreso.
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